Sam Stone, un magnate de la confección, odia a su esposa y justamente el día que toma la determinación de matarla recibe una llamada telefónica en la que le comunican que Bárbara ha sido secuestrada. Los culpables, unos raptores novatos y nerviosos, sólo pretenden conseguir algo del dinero que Stone ha ganado con el invento de la minifalda elástica. Al pedir el rescate al marido, éste se niega a pagar, con lo que despierta las iras de la víctima y le obliga a planificar el contraataque.