Veranos atrás, Ana y su hija Julia, llegaron a un nuevo departamento, en una nueva ciudad. Una gran discusión ocurrió entre ellas dos, debido a que la joven nunca quiso abandonar su antigua vida, pero su madre necesitaba un nuevo aire. Las paredes de este lugar, que deben aprender a llamar hogar, fueron testigo que todo lo que alguna vez se dijeron, pero medida que avance el tiempo aprenderán a sortear sus diferencias, aunque el ruido del pasado siga presente.