Pilar vive en el Sur, hace poco perdió a su padre y está sola. María vino a visitarla, a hacerle compañía, escapando de su novio, del que está a punto de separarse. Ninguna tiene la capacidad de consolar a la otra. Ninguna sabe qué es lo que quiere. Apenas saben lo que no quieren. No quieren volver a sus vidas. No quieren pensar en el futuro. No quieren estar solas. No quieren que estas vacaciones se terminen. Una maderera a punto de cerrar, un caballo y una perra, algunos hombres, un poco de alcohol y las aguas frías de los lagos del Sur.