A mediados del siglo XIX, Kristina y Karl-Oskar viven en una pequeña aldea rural de Småland (al sur de Suecia). Se casan e intentan ganarse el sustento con un pequeño trozo de tierra. Sin embargo, el pequeño tamaño de su tierra, su suelo estéril, y algunas malas cosechas hacen las cosas muy difíciles. Incluso uno de sus hijos está a punto de morir. Por todo ello deciden emigrar a los EE.UU. Lo venden todo y se embarcan hacia América.