La silueta de Frida Kahlo, con sus cejas pobladas y su corona de flores, es reconocida alrededor del mundo como símbolo de feminismo y de revolución artística. Esta producción descubre, a través de un recorrido por su obra pictórica y epistolar, las dos caras de la artista mexicana: Frida, el símbolo, y la otra Frida, esa que luchó contra su propia fragilidad y humanidad y que se vislumbra en cada una de sus coloridos autorretratos como un fantasma de sufrimiento.