Edgar Allen, un joven escritor, se traslada a Hollywood con el fin de triunfar como guionista cinematográfico. A su llegada a la estación de autobuses, es asaltado por un travesti que le roba todo su dinero, pero un hombre le ayuda acabando con el agresor. Al llegar la policía huyen juntos, y el hombre le ofrece un puesto de trabajo como portero de su edificio de apartamentos. En este espacio, el escritor conoce a los extraños inquilinos: una actriz fracasada, un hippie que se cree la reencarnación de Cristo, una decadente estrella del rock, un agente sin representados y una joven aspirante a actriz. Cuando su trabajo como portero se lo permite se pone a trabajar en su guión, haciendo protagonistas de su argumento a los inquilinos del edificio, quienes van falleciendo en su historia. El guión desaparece en una rencilla vecinal y los habitantes del edificio comienzan a morir tal y como Edgar imaginó y había descrito sobre papel.