Aída recae en la bebida al comprobar que Jonathan ha abandonado el hogar familiar para pasar más tiempo con su padre. Y aunque su familia no lo sospecha, ella intenta ocultarlo.Aída sufre la ausencia de Jonathan y tiene una manera muy concreta de mitigar su pena. Poco a poco se va aferrando a la botella, pero su familia no sospecha que Aída ha recaído en la bebida. Ella intentará ocultarlo con absurdas estratagemas.