Después de otra batalla con los espectros, Geralt, apenas vivo, regresa al monasterio de Melitele para curar sus heridas. Aquí se entera de que Cintra ha sido invadida, la princesa Pavetta y su marido han muerto y la reina Calanthe se ha vuelto loca de desesperación. El nuevo señor de Cintra busca a Ciri, nieta de la reina Calanthe, última hija de la sangre mayor. Según la leyenda, gracias al cuidado de ella, pudo ejercer el poder absoluto en el estado en la majestad de la ley. Calanthe escondió a su nieta en el Templo de Melitele. Geralt se hace amigo de la chica. Recuerda que Ciri es una "niña sorpresa" que una vez le dio el destino. Se siente responsable de ella y después de regresar de otra misión, quiere llevarse al niño del monasterio y esconderlo en Brokilon. El enemigo de Geralt, Falwick, que tiene hambre de poder, llega al monasterio y también está esperando a la niña.