A sus diecisiete años, Juana Pérez le tiene miedo al amor, pues los fracasos sentimentales de su familia la han vuelto desconfiada y aprensiva. Pero un día comienza a sufrir extraños trastornos. Al consultar con un médico, recibe un diagnóstico insólito: está embarazada. Juana se queda boquiabierta y no comprende cómo ha podido suceder, pues ella aún es virgen. Todo tiene una explicación: la última vez que fue a hacer una revisión ginecológica, el médico confundió su expediente con el de otra paciente que se estaba sometiendo a un tratamiento de fertilidad y le practicó una inseminación artificial sin que se diera cuenta; este médico irresponsable se dedicará a tratar de ocultar su error y hará desaparecer las pruebas. Así, en el vientre de Juana crece la última semilla fértil de Mauricio de la Vega, un hombre que sueña con ser padre.