Durante un viaje a Santiago De Chile con su marido y unos amigos, a Elena le cambia la vida; es condenada a cadena perpetua y recluida en una cárcel por un delito que no cometió, Elena fue encontrada con el cadáver de uno de sus compañeros de viaje y con pistola en la mano, entonces fue acusada del asesinato aunque ella siempre afirmó ser inocente. Después de este viaje Fernando, marido de Elena, decide divorciarse de ella y para evitar un escándalo social y proteger la reputación de su empresa, informa a su familia y amigos que su esposa está muerta. Quince años después, Elena sale de la cárcel por buena conducta y regresa a México en búsqueda de la persona responsable de la destrucción de su vida.