La vida de Quentin nunca ha sido muy emocionante. Este joven padre, un empleado de bajo rango en una empresa que fabrica urinarios, es pisoteado a diario. Demasiado amable y transparente, está bajo presión constante de su jefe, que quiere despedirlo, y de su exesposa, que quiere divorciarse. Un día, presencia accidentalmente un altercado armado en el baño de una gasolinera. Al intervenir, descubre que la mujer a la que salvó, Blanche, trabaja para Knok, una aplicación secreta que permite encargar asesinatos. Quentin no tiene más opción que convertirse en asesino a sueldo para Knok, iniciando así una nueva carrera profesional.