En 1995, ansiosos por escapar de sus vidas coartadas, Kiryu y sus amigos dan un golpe en un salón recreativo, pero este está controlado por la poderosa familia yakuza Doujima, que gobierna Kamurochō. Mientras tanto, en 2005, Kiryu está a punto de ser liberado de la cárcel. Cuando se entera por el inspector Date de que sus amigos están en peligro, decide regresar a Kamurochō para protegerlos.