Las culturas de la antigüedad se referían a menudo a los dioses como los «inmortales». ¿Es posible que aquellas tuvieran encuentros con seres extraterrestres que habían alcanzado la vida eterna? Y si estos visitantes modificaron genéticamente a la especie humana, como sugieren los defensores de la teoría de los antiguos astronautas, ¿es nuestro destino convertirnos también en inmortales?