La vida tranquila de Don Alvin se destruye cuando un intruso lo embosca a él y a su familia en su casa, matando a su esposa e hijo. Después de buscar pistas, los detectives descubren casos similares que los llevan a un poderoso hilo común. Mientras tanto, Dekker y Rubirosa, de DDA, tienen que andar con cuidado para obtener un veredicto de culpabilidad después de que Morales pone su caso en peligro.