El mayor deseo de Angeletta es conocer a su abuela, la condesa Isabella Montovani, antes de que progrese su grave enfermedad. Entonces, los Hermanos Negros llevan a Angeletta al castillo en un carro de madera. Rechazados por el guardia de seguridad, saltan el muro. Son descubiertos y hay una persecución en el patio del castillo.