Los deseos de Rafael Duque parece que están más cerca de cumplirse. Gracias a la colaboración de Catalina, Cortés será apartado del trato que el joven narcotraficante mantiene con la mafia rusa. Esta ayuda es considerada por Duque como un acto de compromiso y de reconciliación con su amada, aunque la intención real de Catalina es otra. Por otro lado, la aparición del cadáver de Vladimir complicará el acuerdo entre el Duque y Anatoly, un negocio en el que Cortés no está dispuesto a quedarse fuera. Más preocupado por su vida profesional, el empresario desconoce que su joven esposa está ayudando a su enemigo. Entretanto, Alberto propondrá a Cristina que se presente a un casting para participar en una campaña de publicidad y Vanessa, en su intento de recomponer su vida, comenzará a trabajar en una peluquería.