Los cuatro Caballeros de Bronce llegan a la casa X de Capricornio y entran juntos. En el interior no encuentran a ningún Santo Dorado, tan solo encuentran una estatua de Atenea entregando Excalibur, la espada sagrada a un Santo. Una vez afuera de la Casa, son atacados sorpresivamente pero Shiryū los advierte a tiempo y los protege de un segundo ataque. Entonces aparece el Santo Dorado de Capricornio, Shura, quien se autodenomina como el Santo más leal a la diosa Atenea. Shiryū indica a Seiya que continúe a la siguiente casa. Shura se burla de Shiryū y empieza a atacarlo con su poder secreto Excalibur. Además el Santo de oro confiesa al Dragón, que fue él quien castigó a Aioros por haberse levantado en contra del Patriarca. Debido al ataque de Shura, la armadura del Dragón es destrozada sin problemas. Sin embargo Shiryū no se rinde y empieza a incendiar su cosmos.