Como es habitual, los planes para escapar no salen bien y deben ir improvisando. Mientras Crichton se enfrenta a Grayza, Chiana, Jool y Noranti deben escapar de su cautiverio, y Rygel y Sikozu tratan de que la Leviatan moribunda les ayude. Finalmente consiguen escapar en la nave de D’Argo, pero Jool decide quedarse con los suyos, pues ella no es una fugitiva buscada.