El falso Ortega y el magistrado anuncian que han capturado al Zorro, y un carro con un hombre enmascarado es arrastrado a la plaza del pueblo. Se llevará a cabo un desenmascaramiento público al mediodía y Diego teme que un inocente sea acusado de los "crímenes" del Zorro. También se da cuenta de que todo puede ser una trampa, por lo que cuando se pone su disfraz y cabalga hacia la plaza para liberar al prisionero, observa atentamente a los soldados.