Se envía al departamento de la Brigada de Policía a investigar un atentado con bomba en el juzgado. El principal sospechoso es Eddie Casales, un atacante que fue enviado a la cárcel por las víctimas que murieron en la explosión. Tras el ataque al juzgado, el asistente del fiscal que procesó a Casales es asesinado con una bomba escondida en su automóvil. Todas las pruebas apuntan a Casales, pero Frank cree que es una trampa.