Sabrina conoce en su trabajo a un hombre apuesto llamado Aaron, pero cada vez que se acerca a él, ella sale corriendo, por lo cual quiere saber a través de su magia por qué lo sigue haciendo. Al llegar a casa, Sabrina ve que Salem tiene un pequeño conejo blanco que quiere adoptar como mascota, pero recurre a su libro para buscar un hechizo para saber qué es lo que hace mover a Aaron. Luego, se ve a ella misma persiguiendo al pequeño conejo de Salem y luego cayendo en un agujero que la lleva al País de las Maravillas, donde se da cuenta de por qué ella actúa tan extraño frente a los muchachos en los que está interesada.