Un nuevo proyecto planea sobre Velvet. La posibilidad de hacer los uniformes para la compañía aérea Airsa revoluciona las galerías, y más aún cuando Alberto propone que sean las propias modistas del taller quienes le proporcionen ideas. ¿Lo conseguirá alguna de ellas? A la que no acaba de gustarle del todo la iniciativa es a Ana. Por un lado sabe que es su oportunidad de cumplir su sueño de ser diseñadora, pero por otro eso supondría volver a estar demasiado cerca de Alberto, justo ahora que tras el beso con Carlos, empieza a ver que el amor puede estar llamando a su puerta. Los que también tienen que aclarar su particular historia son Blanca y Max. La jefa del taller no está dispuesta a que esa relación vaya más allá de lo que simplemente es, algo que tal vez Max no esté dispuesto a aceptar. Mientras tanto, Pedro y Rita continúan retándose con celos absurdos, aunque ahora las cosas estén yendo demasiado lejos.