La incipiente carrera de Carter en egiptología sufre un duro golpe cuando se descubre que una tumba que abre con gran fanfarria está vacía. Sin dejarse intimidar por sus ambiciones, Carter se separa de su socio, Thedore Davis, y reanuda su trabajo como artista arqueológico y espera desesperadamente encontrar un nuevo mecenas. Un encuentro con el inconformista Lord Carnarvon cambiará la vida de Carter para siempre. Carnarvon, que ha venido a Egipto para recuperarse de un horrible accidente automovilístico, se ha obsesionado con encontrar una tumba en buen estado y se une a Carter en la búsqueda del escurridizo lugar de entierro del niño rey Tutankamón.