Cuando otro incendio se desata en un edificio perteneciente a una pandilla, Murphy y Gideon descubren que la causa es mucho peor que un acto de venganza entre pandillas. Mientras, Goss desconfía del antiguo compañero de servicio de Brandt después de que es acusado de asaltar a un cliente en el bar en el que trabaja como encargado de seguridad. Goss busca la verdad y Gideon se enfrenta a una importante decisión.