El desarrollo de la aviación requiere grandes inversiones. Una compañía ha apostado en más de una ocasión la totalidad de su patrimonio. Se trata de la compañía Boeing y su apuesta ha dado dividendos al convertirla en un gigante de la aviación. En 1952, Boeing desarrolló un prototipo de avión de transporte. La compañía invirtió 15 millones de dólares, cantidad que superaba con creces el patrimonio de la compañía. Si el avión fracasaba, hubiera hundido a la Boeing. El prototipo se convertiría en uno de los aviones más grandes del siglo: el Boeing 707.