Robinson deja que los piratas piensen que puede encontrar el tesoro, al negar con vehemencia que lo sabe, para finalmente escapar saltando desde un acantilado y buceando. Viernes cree que se puede deshacer de los piratas atrayendo a una guarnición costera española, pero su capitán se une a los piratas siempre y cuando la captura de Crusoe también lleve al oro.