«¡Me convertiré en un glóbulo rojo algún día!» Esta es la historia de AE3803 cuando era un eritroblasto; antes de convertirse en un glóbulo rojo hecho y derecho. Los eritroblastos se esfuerzan día a día con la supervisión de sus maestras, los macrófagos. Y siendo como es ella, AE3803 acaba perdiéndose mientras se encontraba practicando en clase...