El 13 de enero de 1982, el vuelo 90 de Air Florida entró en pérdida, golpeó un puente y se estrelló en el río Potomac, matando a 78 personas. El accidente fue causado por la presencia de hielo en las alas y porque los pilotos no activaron el sistema antihielo de los motores, causando que los instrumentos de los motores mostraran lecturas erróneas.