El 19 de enero de 1988, el vuelo 2286 de Trans-Colorado Airlines, operando para Continental Express, se estrelló cerca de Bayfield, Colorado, durante su aproximación final a Durango, matando a 9 de las 17 personas a bordo. La causa se atribuyó al desempeño ineficaz de la tripulación durante el descenso, sumado a que el capitán había consumido cocaína la noche previa al vuelo.