Desde el incidente con Dewanosuke, Burante ha seguido cometiendo errores. Por fin Habaki lo encierra en confinamiento solitario, y pierde la razón. Como resultado de su locura, Burando descubre algo importante acerca de los experimentos de inmortalidad: que los humanos son básicamente nutrias. Mientras tanto, Rin y Doua deciden infiltrarse en el Castillo Edo para rescatar a Manji e Isaku.