Quién le iba a decir a Coman, un Adán negro de ojos verdes, muy bien dorado y simpático, que su búsqueda del amor en el Paraíso podía dar un giro como éste: su primera Eva, con la que pasó una jornada ideal, también se ha sentido atraída por Ana, una sonriente andaluza que les ha encandilado. Para divertirse un rato los tres, han jugado a pasarse un hielo de boca en boca, y Esther le ha robado un beso a su ‘amiga’.