Tras el incendio que arrasó el viejo instituto hace más de 10 años, el Nuevo Zurbarán ha reabierto sus puertas y, ahora, debe formar una clase especial para acoger el excedente de alumnos de otros centros. De este modo, estudiantes de todos los institutos -públicos, privados o concertados- acaban en esta nueva clase, sin esperarlo y sin conocer a ninguno de sus compañeros. Todos ellos, alumnos y profesores, aterrizarán en un entorno muy diferente al suyo donde tendrán que empezar de cero.