El asesinato de un taxista horas después de que enviara un correo electrónico a un viejo alias de Callen obliga a los expertos en infiltración a reabrir un viejo caso. Hace cuatro años, Callen se hizo pasar por un policía militar corrupto para descubrir la identidad de tres marines que robaron cinco millones de dólares. A pesar del éxito de la operación, no logró recuperar el dinero robado. El agente decide infiltrarse nuevamente en solitario mientras sus compañeros de la Oficina de Proyectos Especiales siguen sus pasos desde la sede del NCIS.